27 feb 2017

La inquilina de Wildfell Hall



La inquilina de Wildfell Hall 



Argumento


Tras muchos años de abandono, la destartalada y ruinosa mansión de Wildfell Hall es habitada de nuevo por una misteriosa mujer y su hijo de corta edad. La nueva inquilina -una viuda, al parecer- no tarda, con su carácter retraído y poco sociable, sus opiniones a menudo radicales y su extraña triste belleza, en atraerse las sospechas de la vecindad, y a la vez la rendida admiración de un joven e impetuoso agricultor. Pero la mujer tiene, en efecto un pasado... más terrible y tortuoso si cabe de lo que la peor de las murmuraciones es capaz de adivinar.






Reseña

“La inquilina de Wildfell Hall” es una historia muy interesante y tiene un ritmo ágil. Estamos ante un texto casi magistral y que trata un tema de gran actualidad. Posee una prosa directa, clara, contundente y elegante.


 
Cuando la novela se publicó por primera vez, cosechó un éxito inmediato, a pesar de que inspiró algunas reacciones en contra. Una de ellas fue la de la propia Charlotte, hermana de Anne y autora de “Jane Eyre”. Cuando Anne murió, Charlotte no permitió que se reeditara esta obra mientras ella vivió y llegó a quemar algunos documentos inéditos de Anne. Además, Charlotte la describió como una persona dócil y con virtudes no llamativas.  Pese a que Charlotte siempre cuidó de la salud de Anne, menospreciaba su talento. Charlotte se basó en la primera novela de Anne, “Agnes Grey”, para crear su famosa “Jane Eyre”.



En “La inquilina de Wildfell Hall” poco a poco vamos conociendo la historia con más profundidad. Es una novela epistolar, igual que “Agnes Grey” y está separada en tres partes:
En la primera conocemos la historia de Gilbert Markham que nos cuenta la llegada de una misteriosa mujer a la mansión conocida como Wildfell Hall. Pero los rumores no tardarán en hacer su aparición. En la segunda parte tendremos acceso, a los diarios de Helen donde iba reflejando sus vivencias y sus pensamientos. Con ese pequeño salto al pasado podremos conocer el desencadenante de la situación inicial de la novela y todo lo que pasó. En la tercera y última parte volvemos otra vez al "presente" y la historia sigue su curso hasta llegar a un final.



La protagonista

Helen Graham es una mujer muy valiente para su época. A veces resulta muy estricta en sus juicios e ideas, pero su corazón es de una nobleza singular. Es profundamente religiosa, y sus creencias la empujan a actuar de una cierta manera que muchos no comprenderían en la actualidad. 
Anne, la autora, era religiosa y con sus escritos no sólo trataba de deleitar o entretener, sino también de enseñar. Es lógico, por tanto, que trasladase a su relato los pecados que consideraba se debían evitar y señalase el camino de la rectitud. Plasma los sentimientos y pensamientos de la protagonista con bastante crudeza y realismo.


 

Está considerada como una novela feminista. Helen es una mujer muy fuerte, que tiene las ideas muy claras y a la que no le importa rebelarse cuando ve que su vida no va por el camino que debería.







Las hermanas Brontë tenían una habilidad y afición especial para poner en evidencia siempre la peor parte de la sociedad. En esta ocasión el punto crítico se sitúa en la posición que tenía la mujer, su sumisión en el matrimonio. No era lo mismo lo que sucedía entre las cuatro paredes de una casa que la imagen exterior que se debía dar. También la influencia de los hombres en la vida de las mujeres era algo fundamental, una mujer nunca estaba sola, siempre tenía un hermano, un padre o un marido por encima que pensara por ella.  


 
En general todos los personajes están muy bien definidos, especialmente las mujeres, y cada uno juega un importante papel.
Anne Brönte se aleja de la pasión y los sentimientos exacerbados que reflejan los escritos de sus hermanas y crea una historia cruda y de corte realista. Contrapone todo lo malo que puede haber en el ser humano a todo lo bueno que puede darse en él, siendo tan explícita en un extremo como en el otro. 





El hecho de escribir una obra como ésta y defender férreamente sus intenciones a la hora de hacerlo demuestra una personalidad mucho más fuerte y firme de lo que se nos ha hecho creer.

 
 
El amor está presente, pero la bondad y la generosidad están por encima de todo.
La historia es merecedora de reflexiones y también de muchos halagos. Es una historia de amor y de desamor, amistad, sufrimiento y placer.

 La obra se ha llevado a la televisión. Se creó una Miniserie de 3 episodios producida por la BBC. Adaptación de la obra de esta autora inglesa.
Ha recibido premios: En 1996 Premios BAFTA TV: Mejor maquillaje. 4 nominaciones, incluyendo mejor fotografía.






Anne Brontë (1820–1849)
Anne Brönte



Fue novelista y poetisa británica, la más joven de la familia Brontë.
Anne Brontë nació en el seno de una familia eminentemente novelesca: de ella salieron tres grandes escritoras y sus vidas y sus circunstancias, hermano Branwell incluido, sirvieron de puntal destacado a sus obras.
Anne nació en Thornton, Yorkshire (Gran Bretaña), hija de Patrick Brontë, clérigo de origen irlandés, y de María Branwell. Tenía cinco hermanos: Charlotte, Emily, María, Elizabeth y Branwell.
En 1820, su padre fue nombrado rector de Haworth, pueblo de los páramos de Yorkshire, donde la familia se trasladó a vivir y los hermanos comenzaron a crear su fantástico mundo.

 


La madre de Anne murió el 21 de septiembre de 1821 y, en agosto de 1824, Charlotte y Emily fueron enviadas con sus hermanas mayores, María y Elizabeth, al colegio de Clergy Daughters, en Cowan Bridge (Lancashire), donde cayeron enfermas de tuberculosis. María y Elizabeth volvieron enfermas a Haworth y murieron de tuberculosis en 1825. Por este motivo y por las pésimas condiciones del colegio, la familia sacó a Charlotte y a Emily del internado.
Anne era la pequeña y creció junto a los demás, desenvolviéndose en el mundo mágico de esta singular familia en la que la presencia de la muerte de los seres queridos fue una constante desde la infancia.  


Anne cursó estudios en la escuela, preparándose para ser una institutriz, única salida de la época para las mujeres que no tenían otro remedio que trabajar si no podían conseguir un marido.
A los 19 años, entró de institutriz con la familia Ingham en Blake Hall, pero se encontró con unos niños ingobernables y consentidos a los que no podía educar con la disciplina que precisaban, y se marchó por propia voluntad, un tanto frustrada en sus ideales educadores. Esta decepcionante experiencia fue luego inspiración para su primera novela “Annes Grey”. 





Después Anne entraría de nuevo como institutriz en casa del reverendo Edmund Robinson en Thorp cerca deYork, repitiéndose, con las niñas, los mismos problemas que en el anterior desempeño de su labor docente, aunque en esta ocasión, pudo no sólo dominar a sus alumnas Bessy y Mary, sino que consiguió que las niñas le tomaran verdadero afecto y no la olvidaran nunca.
La corta vida de Anne Brontë, desprovista de todo elemento romántico amoroso, se desliza melancólica entre sus clases, sus novelas, sus paseos por la playa de Scarborough en vacaciones, y el cuidado obsesivo que tenían las tres hermanas, Emily, Charlotte y Anne, por Branwell el niño mimado de la familia a quien se le toleraba cualquier cosa.




Anne compartió con su hermano la enseñanza de los niños de la familia del reverendo Robinson. Lo introdujo personalmente allí con objeto de que diera clases de música al pequeño Edmund con el resultado desastroso de que Branwell se enamoró de Lydia Robinson, la madre de su discípulo. La pasión, que duró dos años y medio, ocasionó un verdadero drama familiar para los Brontë -por no hablar ya de los Robinson-: Branwell se dio a la bebida y al opio, sin posibilidad de enmienda.
El alcoholismo del joven Branwell serviría, no obstante, para que Anne escribiese la novela “La inquilina de Wildfell Hall”, criticada en su tiempo incluso por la propia Charlotte por considerarse que no era "apropiada", debido a la crudeza del tema, como literatura femenina.




Las hermanas Brontë, juntas hicieron muchas cosas, planearon el montar una escuela, escribieron poemas que luego presentarían bajo los pseudónimos masculinos de Currer, Ellis y Acton Bell. Del librito de poesía se vendieron escasos ejemplares, mientras que de las novelas que publicaron sólo “Jane Eyre “de Charlotte conoció la popularidad. “Cumbres Borrascosas” de Emily fue prácticamente anatemizada; “Agnes Grey” de Anne, aceptada; y muy mal vista “La inquilina de Wildfell Hall”, la segunda novela de Anne, de la que ahora, sin embargo, comienza a hablarse apreciativamente debido a la alta calidad descriptiva de una situación muy delicada y magistralmente escrita: la violencia de género y la influencia del alcoholismo en las vidas de quienes directa o indirectamente lo sufren.
El 24 de septiembre de1848, Branwell murió a los 31 años; Emily, el 19 de diciembre de ese mismo año, y Anne, el 28 de mayo de1849. Los tres murieron de tuberculosis, complicada con otras cosas en el caso del hermano. Las hermanas de Branwell se sirvieron de él para inspirarse: un hombre caprichoso, violento, colérico, débil de carácter y apasionado, siempre egoísta y manipulador, y del cual han quedado unos cuantos retratos hechos a las Brontë, ya que también revelaba una cierta vena artística.
Los postreros días de Anne Brontë fueron románticos y tristes y sus últimas palabras, dedicadas a la superviviente, son éstas: “Ten valor, Charlotte, ten valor....”
Anne Brontë reposa enterrada en Scarborough, un bello lugar costero que ella amó intensamente por haber vivido en él los momentos más felices de su breve existencia.




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