El
cuento de terror
El cuento de terror (también conocido como cuento de horror o cuento de miedo, y en países de Sudamérica, cuento de suspenso, es toda aquella composición literaria breve, generalmente de corte fantástico, cuyo principal objetivo parece ser provocar el escalofrío, la inquietud o el desasosiego en el lector.
Un cuento de terror sería, por tanto, un relato literario y no oral. Se confunde en muchos casos el cuento de terror (más bien el cuento de miedo) con el mero cuento tradicional.
Características:
Ambientación
El
ambiente juega en todo cuento de miedo un papel esencial. Ha de verificarse un
cuidado muy especial en el diseño del clima, la atmósfera que rodea los siniestros acontecimientos. Debe
respirarse expectación y un inexplicable
temor ante lo ignoto y el más allá. La ubicación elegida, en tiempo y espacio, responde a
la demanda de temas exóticos característica del medievalismo, el exotismo y el
orientalismo.
El cuento de terror, también llamado gótico, está
caracterizado por una ambientación romántica: paisajes sombríos, bosques
tenebrosos, ruinas medievales, castillos con sus respectivos sótanos, criptas y
pasadizos poblados de fantasmas, ruidos nocturnos, las tormentas y tempestades,
cadenas, esqueletos, demonios... todo ello surgido muchas veces de leyendas
populares. El cuento gótico suele desarrollarse en algún lugar desolado y
envuelto en un hálito de misterio que se propaga al propio relato.
Personajes
Personajes
fascinantes, extraños y extranjeros, muchachas en apuros; los elementos
sobrenaturales pueden aparecer o solamente ser sugeridos.
Los personajes suelen demostrar pasiones
desbocadas. El paradigma de la doncella en apuros es muy frecuente; los
personajes femeninos enfrentan situaciones que producen desmayos, gritos,
llanto y ataques de nervios, una heroína oprimida por angustiosos terrores o
por un amor enfermizo que, normalmente, se convierte en el foco de la trama. También
son frecuentes los episodios de erotismo.
La figura
masculina suele ser tiránica; un padre, rey, marido o guardián que requiere de
la doncella una acción indigna o inadmisible, sea el casamiento forzado, el
sacrificio de su castidad o alguna acción todavía más siniestra.
Tema
El
tema de fondo siempre es el mismo: el enfrentamiento al Mal.
El Romanticismo exploró este género, casi siempre inspirador de sentimientos
morbosos y angustiantes. Trata de
hacerse eco de esos espantos mucho más personales que nos persiguen y agobian a
través de las pesadillas.
Lo que hay que destacar sin duda es
el elemento sobrenatural, hoy también conocido como paranormal, tales como
profecías ancestrales o maldiciones que pesan sobre la propiedad o sobre sus
habitantes.
Al final de un cuento de terror, el lector se queda con una nueva percepción
de la naturaleza de la realidad.
En todo cuento de terror, finalmente,
conviene obviar toda otra consideración, moralista o sensible, a la hora
de abordar su ejecución o su lectura.
La figura
masculina suele ser tiránica; un padre, rey, marido o guardián que requiere de
la doncella una acción indigna o inadmisible, sea el casamiento forzado, el
sacrificio de su castidad o alguna acción todavía más siniestra. 
Tema
Estructura
Si en cualquier momento es importante la síntesis, en un relato de miedo lo es más.
Se trabaja con gran detalle el desarrollo narrativo, la gradación de efectos, es decir, la estructura secuencial de la historia, de manera que contribuya en todo lo posible a la verosimilitud; lo que se pretende suscitar en el lector es el miedo.
También es necesario que el autor sepa ir aumentando la tensión y el misterio. Es preferible hacer uso de la sugerencia, no expresarlo todo de una vez.
Otro factor fundamental es la sorpresa, que, además de argumental, puede ser verbal (por la terminología utilizada), e incluso de puntuación.
Tipos
Una de sus variedades, el cuento de fantasmas, es una de las formas más exigentes del arte literario.Los protagonistas fantasmales deben actuar con intencionalidad; sus acciones, o las consecuencias de las mismas, deben constituir el tema central del relato, en lugar de las acciones de los vivos. Y, lo más importante, todo fantasma, sea humano, animal o cadáver reanimado, debe estar indiscutiblemente muerto.
Los espectros, para manifestarse, requieren dos condiciones contrarias a la mentalidad moderna: silencio y continuidad. Su efecto, debe depender si nos produce un frío estremecimiento.
Algunas clasificaciones de los cuentos de terror son demasiado concretas. Enumeran seres inexistentes, se habla de dioses, ángeles, hadas, duendes, gigantes, monstruos, brujas, fantasmas, vampiros, licántropos, esqueletos, larvas… siempre quedan cuentos que no se dejan clasificar.
El grado de complejidad y sofisticación en el siglo XX, ha llegado a tal punto que no hay otro criterio de selección que el meramente histórico.
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